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El magnesio pasa entre las células intestinales en el intestino delgado (8). Esta absorción comienza aproximadamente una hora después de la ingesta del complemento y se desarrolla durante cerca de seis horas (9). Magnesium malate es una forma de magnesio muy biodisponible para el organismo, pero otros factores pueden influir en su absorción.
Se recomienda tomar el complemento con comidas ricas en proteínas y en fibras para optimizar esta fase de absorción intestinal. Los alimentos ralentizan el tránsito, lo que aumenta el tiempo de exposición del magnesio a las células intestinales. Las proteínas aumentan la solubilidad del magnesio e impiden la formación de complejos de fosfatos de calcio-magnesio que perjudican la absorción. Finalmente, las fibras contribuyen a la producción de ácidos grasos de cadena corta y a la reducción de la acidez del intestino, dos factores que mejoran el transporte del magnesio hacia la sangre.
En cambio, hay que evitar tres factores:
No hay que pasar por alto estas recomendaciones, ya que la absorción intestinal disminuye con la edad.
Los niveles de vitamina D en sangre a partir de los que se observan estos beneficios son objeto de constante debate. La información más reciente hace creer que los niveles circulantes superiores a 50 nmol/L, incluso a 75 nmol/L, serían óptimos para la salud general. A la inversa, unos niveles inferiores a 30 nmol/L han sido relacionados con efectos nefastos para la salud.
Para lograr una concentración sanguínea superior a 75 nmol/L, a menudo es necesario tomar complementos con una dosis diaria de como mínimo 2.000 UI al día. Así se ha mostrado que una ingesta diaria de 3.000 UI de complementos al día durante 8 semanas provoca una concentración superior a 75 nmol/L de 25(OH)D (19-20).
En 2010, más de 40 investigadores internacionales hicieron un llamamiento para sensibilizar a los médicos sobre la importancia de la vitamina D para la prevención de la osteoporosis y de las enfermedades cardiovasculares. Para el conjunto de la población occidental (que vive en latitudes medias) recomendaron complementos de 1.000 a 2.000 UI, especialmente de octubre a marzo.
Las fuentes alimenticias de vitamina D son muy limitadas. Están principalmente las grasas de origen animal, especialmente las de los pescados grasos, así como algunos productos alimenticios enriquecidos artificialmente, como los productos lácteos y algunos aceites vegetales y bebidas vegetales.
Según el estudio francés SUVIMAX, la alimentación no aporta como media más que 136 UI de vitamina D al día. Por tanto, los niveles circulantes provienen sobre todo de la producción endógena del organismo a partir de los UV-B.
Vitamin D3 5000 UI es un complemento alimenticio excepcional que tiene 3 grandes ventajas:
Respete las dosis recomendadas: el exceso de magnesio está relacionado con efectos secundarios indeseables en el intestino. Además, la toma de un complemento de magnesio puede reducir la absorción de antibióticos y de ciertos medicamentos contra la osteoporosis.
Las personas que padezcan insuficiencia renal no deben tomar este complemento sin la consultar a un profesional de la salud.
Como la vitamina D es liposoluble, el organismo puede almacenarla en las grasas cuando los aportes son superiores a las necesidades.
Por tanto, en teoría es posible ingerir mega dosis de vitamina D (de 100.000 a 500.000 UI) de forma mensual e incluso anual. No obstante, se ha mostrado que las dosis diarias corresponden más a la situación natural a la que está adaptado el hombre. Además, fuertes dosis de vitamina D tienen varios efectos negativos, como un aumento del riesgo de caídas y fracturas, de infecciones respiratorias (28), de hipercalcemia (demasiado calcio en la sangre, con síntomas como el estreñimiento) y una disminución de la producción natural de melatonina (un mediador del sueño).
Así pues, es mejor optar por un complemento como Vitamin D3 5000 UI que puede tomarse diariamente (5.000 UI al día), cada dos días (es decir 2.500 al día), dos veces a la semana (es decir 1.400 UI al día) o semanalmente (es decir aproximadamente 700 UI al día).
No. Pasar largos periodos al sol no aumentará el nivel de vitamina D más allá de un determinado umbral. La exposición excesiva al sol deteriora el precursor de la vitamina D3 (el que se convierte en D3 en la piel) y la propia vitamina D3. Por tanto, una fuerte exposición al sol durante el verano no bastará para mantener unos niveles suficientes durante los meses de invierno.
Las personas mayores de 50 años siguen siendo capaces de producir vitamina D a partir de los rayos del sol, pero, por varias razones, esta producción es menor y los niveles de vitamina D circulantes tienen tendencia a ser menores.
La investigación ha demostrado la presencia de receptores hormonales de la vitamina D (VDR – del inglés Vitamin D receptor) en el seno de las neuronas y de las células gliales del hipocampo, del hipotálamo, del córtex y del subcórtex, que son regiones cerebrales implicadas en el funcionamiento cognitivo (29).
La fijación de la vitamina D sobre estos receptores activa mecanismos protectores contra los procesos implicados en los trastornos neurocognitivos (30). La vitamina D tiene también un efecto antiatrófico al controlar la síntesis de agentes neurotróficos como el Factor de crecimiento nervioso (NGF – del inglés Nerve Growth Factor) o el El factor neurotrófico derivado de la línea celular glial (GDNF - del inglés Glial cell line-Derived Neurotrophic Factor) (31).
Estas propiedades podrían explicar las observaciones según las cuales un nivel bajo de vitamina D en la persona mayor está relacionado con trastornos cognitivos (32-33) y con la enfermedad de Alzheimer (34).
El análisis de la cohorte InCHIANTI ha permitido establecer una relación entre la hipovitaminosis D y los trastornos cognitivos, y ha mostrado que las personas mayores con carencia de vitamina D (< 25 nmol/L) corrían un riesgo considerablemente mayor de deterioro cognitivo global en relación con las que tenían concentraciones elevadas (> 75 nmol/L) (35). Este resultado ha sido confirmado por otros estudios prospectivos, especialmente el análisis de las cohortes MrOS (36) y SOF (37). Un estudio incluso ha mostrado que consumir más de 800 UI de vitamina D al día permite dividir el riesgo de enfermedad de Alzheimer por 5 al cabo de 7 años (38).
Atención:
La mayoría de las personas mayores tienen una hipovitaminosis D, pero no por ello desarrollarán todas la enfermedad de Alzheimer. Por tanto, es improbable que esa carencia de vitamina D sea el único responsable de la aparición de la enfermedad de Alzheimer, y que la ingesta de complementos de vitamina D por sí sola sea suficiente para prevenir esta enfermedad (42).
Es imperativo tomar Vitamin D3 5000 UI durante la comida más rica en grasas del día. Esta precaución aumenta de un 30 a un 60 % la eficacia (39) de los complementos. Las grasas favorecen la secreción de bilis, que aumenta la absorción de la vitamina D.
Usted puede verificar la eficacia de Vitamin D 5000 UI pidiendo a su médico la dosis de la 25-hidroxivitamina D (40) antes y después de tomar los complementos. Se trata del mejor biomarcador de la vitamina D (41).
Las softgels (también conocidas como “cápsulas blandas”) de este producto son de origen bovino. Son especialmente adecuadas para los complementos que requieren una solubilidad rápida. Fabricadas a partir de gelatina bovina de alta calidad, son seguras y eficaces.