Rico en fibra y bajo en calorías, cada vez a más personas que quieren perder peso consideran el uso del konjac. Aquí está todo lo que tiene que saber sobre los beneficios potenciales de esta planta asiática para la salud y la pérdida de peso.
El konjac (Amorphophallus konjac) es una planta perenne originaria del sudeste asiático, utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional japonesa y china.
Su rizoma, o raíz, contiene una fibra soluble con propiedades excepcionales para retener el agua: el glucomanano.
Actualmente es muy popular en el mundo del adelgazamiento. Esta planta se comercializa en varias formas:
Si desea añadir konjac a su dieta, asegúrese de no comerlo crudo, ya que el konjac crudo contiene cristales de oxalato cálcico potencialmente tóxicos (1). Sin embargo, esto no aplica al konjac en polvo, el cual es deshidratado antes de ser envasado.
El konjac es conocido sobre todo por ayudar a adelgazar.
Diversos estudios han analizado los efectos de las fibras de glucomanano que contiene. Estas fibras son capaces de absorber el equivalente a varias veces su peso en agua.
Una vez cargadas de agua, forman un gel viscoso. Cuando se ingieren con líquidos durante una comida, ocupan espacio en el estómago, lo que promueve un efecto de saciedad, convirtiéndose así en un supresor natural del apetito (2).
Por lo tanto, se considera que el glucomanano consumido dentro de una dieta hipocalórica contribuye a la pérdida de peso.
Además de su alto contenido en fibra, el konjac es bajo en calorías (de 10 a 20 kcal/100g) y tiene un sabor discreto, por lo que puede combinarse con una gran variedad de condimentos, salsas y alimentos.
Por eso es tan popular entre las personas que siguen dietas restrictivas, ya que ayuda a mantener el placer de comer variando las recetas.
Gracias a su alto contenido en fibra, el konjac ha sido estudiado por sus posibles efectos sobre el tránsito intestinal.
Al hincharse en contacto con el agua, el glucomanano del konjac ayuda a aumentar el volumen de las heces en el intestino y a mejorar su consistencia.
Las investigaciones sugieren que esta fibra puede aliviar los episodios de estreñimiento leve y ocasional (3).
Las investigaciones científicas sugieren que el consumo de konjac puede influir en el metabolismo de los lípidos. El glucomanano que contiene ayuda a mantener niveles normales de colesterol en la sangre.
Según algunos estudios, esta fibra es capaz de atrapar algunas de las grasas de la dieta, en particular el colesterol, limitando así su absorción durante la digestión (4).
Algunos estudios clínicos sugieren que el konjac puede ayudar a modular la respuesta glucémica postprandial (medida después de una comida).
Se cree que el gel formado por el glucomanano en el sistema digestivo ralentiza la absorción de los hidratos de carbono de la dieta.
Esto limita los picos de glucemia después de las comidas, así como la secreción de insulina por el páncreas, un mecanismo alterado en las personas diabéticas (5).
Aunque los beneficios potenciales del konjac son interesantes, conviene tener presentes ciertos aspectos relacionados con su consumo y usarlo con precaución.
Como alimento, el konjac tiene una densidad nutricional muy baja. Prácticamente no contiene vitaminas, minerales ni proteínas.
Por lo tanto, no puede utilizarse como sustituto de una comida equilibrada, sino solo como complemento, para aumentar su volumen sin incrementar el aporte calórico.
Además, para las personas que no están acostumbradas a comer fibra, puede causar problemas digestivos temporales como hinchazón y flatulencias.
Es más, algunas formas de konjac (gelatinas y gominolas) han sido prohibidas en varios países, debido al riesgo de asfixia.
Hoy en día, los formatos más comunes y seguros siguen siendo los complementos alimenticios, el arroz y los fideos de konjac.
Por último, tenga especial cuidado si está bajo medicación. La gran capacidad de absorción de la fibra de konjac podría afectar a la absorción de ciertos medicamentos.
Gracias a su alto contenido en fibra soluble y a su capacidad para hincharse en el estómago (con pocas contraindicaciones ), el konjac se ha convertido en un ingrediente esencial para adelgazar.
A menudo se combina con otros principios activos para actuar sinérgicamente sobre el control del peso o el metabolismo, como parte de un estilo de vida saludable.
Algunas fórmulas, por ejemplo, combinan el glucomanano, que contribuye a la pérdida de peso dentro de una dieta hipocalórica, con aminoácidos que intervienen en la producción de energía, o con extractos de plantas (café verde, té verde, guaraná, etc.).
También se pueden seleccionar otros tipos de principios activos por sus diversos beneficios.
Si desea aprovechar los beneficios del konjac combinados con otros principios activos, puede recurrir a un complemento alimenticio que contenga un extracto del mismo.
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