El descubrimiento del sistema endocannabinoide
Descubierto solo en los años 1990, el sistema endocannabinoide es extremadamente complejo y constituye un campo de investigación todavía explotado, ya que encierra misterios y acciones sutiles todavía no elucidadas.
Lo que sí que se sabe, es que:
- El sistema endocannabinoide (SEC) modula diversas funciones fisiológicas: motrices, memoria, motivación, energía, dolor y emoción.
- El sistema endocannabinoide está compuesto por los propios endocannabinoides, que son derivados de ácidos grasos poliinsaturados, por varias enzimas y proteínas implicadas en la biosíntesis, el transporte y la bioinactivación de estos endocannabinoides, así como por receptores CB1 y CB2 que unen a los endocannabinoides.
- El receptor CB1 tiene un perfil de expresión amplio en relación con el sistema nervioso central y con los tejidos periféricos y está más bien implicado en los efectos psicotrópicos de los cannabinoides.
- El receptor CB2 parece estar restringido a las células inmunitarias y por tanto está posiblemente implicado en los efectos inmunomoduladores de los cannabinoides.
- En el organismo, los endocannabinoides son hidrolizados rápidamente por enzimas (hasta la fecha se conocen tres, entre los que se encuentra la fatty acid amide hydrolase, FAAH) y tienen una vida útil extremadamente corta (1).
Un sistema endocannabinoide utilizado desde tiempos inmemoriales
Los investigadores han encontrado vestigios de un uso médico de los derivados del cannabis en textos egipcios y chinos con fecha de varios cientos de años antes de nuestra era. De hecho, hoy en día se sabe que los fitocannabinoides se han utilizado durante milenios para tratar dolores, espasmos, náuseas, insomnio o falta de apetito.
Los estudios realizados durante los últimos 30 años sobre el sistema endocannabinoide han evidenciado su intervención en múltiples mecanismos del organismo humano (1-5). Sobre estos diferentes puntos conviene evocar la historia poco común de una septuagenaria escocesa insensible al dolor y a la ansiedad en quien los médicos descubrieron una anomalía genética. Esta última inhibía la producción de la FAAH, la enzima que se supone que hidroliza especialmente la anandamida, el endocannabinoide principal (6).
Precisemos queactualmente, la ley no permite atribuir alegaciones terapéuticas a los cannabinoides (incluidos los CBD), con el fin de evitar toda promoción del cannabis. Por tanto, no estamos autorizados a describir los efectos del CBD en la salud.
Los distintos complementos de cannabidiol (CBD)
Ampliamente democratizado en Europa a partir de 2015, el cannabidiol (habitualmente conocido como CBD) es uno de los dos fitocannabinoides presentes en la planta Cannabis sativa. Su particularidad, contrariamente al delta-9 Tetrahidrocannabinol, es no tener efecto psicotrópico. Y con razón, en realidad se supone que este actúa como un antagonista de los principales agonistas del receptor CB1 anulando los efectos agonistas inversos del receptor CB2 (7).
El aceite de CBD en cápsulas
Los cannabinoides, al ser lípidos, se fijan muy fácilmente a las materias grasas. Por esta razón una de las formas más utilizadas de CBD es el aceite de CBD. Sin embargo, la dosificación puede ser delicada y un poco restrictiva en la medida en que hay que contar las gotas y que el aceite tiene tendencia a adherirse a los bordes de la taza o a la cuchara que se utiliza para tomar el complemento.
Además, el aceite de CBD estandarizado y envasado en cápsulas permite controlar fácilmente su dosificación y sus tomas.
A título de ejemplo, para un efecto ligero, los consumidores optan a menudo por una dosis de 5 mg de CBD por cápsula (como es el caso de CBD Oil 6%) a razón de dos tomas al día. Para un efecto más marcado, los consumidores generalmente optan por dosis más elevadas, a 25 mg de CBD por cápsula (como es el caso de CBD 25 mg) a razón de una toma al día.
El CBD en spray
Las cápsulas de aceite de CBD permiten una liberación lenta del principio activo en el organismo, a través de la digestión. Para una asimilación más rápida, los fabricantes han desarrollado una versión en spray bucal: el CBD pasa entonces por las mucosas de la boca para llegar directamente al flujo sanguíneo. Además, el CBD en spray permite controlar bien las tomas (por ejemplo, en el complemento CBD Spray, cada pulverización emite 10 mg de CBD).
El CBD en bálsamo
Liposoluble, el CBD puede por tanto también integrarse al aceite de coco para elaborar bálsamos de masaje con CBD de aplicación fácil y agradable. Y esto, especialmente si el bálsamo no solo contiene CBD sino también aceites esenciales calmantes y refrescantes como el eucaliptus, el árbol del té, la menta piperita o la lavanda (como es el caso de CBD Balm 7%).
El CBD en sinergia con la melatonina
Hormona naturalmente producida por la glándula pineal e implicada en los ritmos del sueño, la melatonina contribuye a reducir el tiempo de adormecimiento. Por esta razón ésta es objeto, según el diccionario francés de medicina Vidal, de una recomendación temporal de uso en Francia para el tratamiento médico de los trastornos del ritmo sueño-vigilia relacionados con ciertas patologías.